jueves, 24 de septiembre de 2015

EL AMOR: UN LARGO PASEO HASTA SIEMPRE


EL AMOR: UN LARGO PASEO HASTA SIEMPRE

En su célebre La llama doble, Paz (1993) definió el amor como: “atracción involuntaria hacia una persona y voluntaria aceptación de esa atracción” (p.125).  Así también parece concebirlo el escritor norteamericano Kurt Vonnegut en su  cuento Un largo paseo hasta siempre, narrativa  a través de la cual nos introduce  y guía por el universal tema del amor, utilizando para ello  la personalidad introvertida y enigmática del joven Newt, héroe “existencialista” decidido a modificar el curso de su destino amoroso.

 

Que un hombre luche denodadamente por conquistar a la mujer amada —estando ella comprometida— no es en sí misma una temática original, pero que quien lo haga sea un joven esencialmente tímido y oscuro, sí que lo es. Al dibujarnos un Newt decidido a desertar del ejército para  realizar su definitoria apuesta de amor por Catherine, el autor se muestra pleno conocedor de la naturaleza humana, dueño de la capacidad para revelarnos literariamente que  el amor es una ley cósmica, metafísica pura, fuerza avasalladora que desde una perspectiva schopenhaueriana no se detiene nunca a considerar convencionalismos sociales ni moralidad alguna. ¡Qué importa Henry Stewart Chasens, un banquete o la ignominia social cuando el amor todo lo exige! 

 

 Así, Vonnegut no sólo se manifiesta maestro de la técnica del diálogo, sino   conocedor de los secretos más recónditos del espíritu humano. Un momento clave de la lectura fundamenta la opinión anterior; cuando el omnisciente narrador determina en las siguientes líneas  el inevitable curso de la historia:

 

           —Si te amara, te lo habría hecho saber antes.

           —¿Lo habrías hecho?

           —Sí  —y volviéndose hacia él, lo miró, el rostro completamente enrojecido—. Lo  abrías  sabido.

           —¿Cómo?

           —Lo habrías visto. Las mujeres no somos muy duchas en ocultar eso.

           Newt se puso en ese momento a observar de cerca el rostro de Catherine. Para     consternación de la chica, lo que había dicho era cierto: una mujer no sabe cómo ocultar  su amor. Y Newt estaba viendo en ese momento amor. Y entonces hizo lo que tenía que hacer. La besó. (pág. 119)

 

Sin duda, ir de paseo por la obra de Vonnegut nos tiene reservado un encuentro con la espontaneidad, el cual no podemos vedarnos. Escritor delicadamente irónico, superficialmente profundo, su lectura nos remonta a la ilusión y la esperanza, esas dos joyas desconocidas para la mayoría de nuestros jóvenes. Para este olvidado y potencial sector de lectores lo recomiendo.

                                                 

 Lic. Catarino Gutiérrez Bautista

 

 

Referencias

 

Paz, O. (1993). La llama doble: Amor y erotismo. D.F., México: Planeta

 

 

Vonnegut, K. (2001). Un largo paseo hasta siempre. En Lavín, M. (Ed.), Leo, luego escribo (pp.115-123). D.F., México: Lectorum

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